La propiedad industrial es un conjunto de derechos exclusivos que puede poseer una persona física o jurídica sobre una invención, diseño o marca entre otros.
Patentar es sinónimo de proteger y supone un factor clave para el mercado actual. El pequeño empresario a veces piensa que patentar es algo caro, solo útil para las grandes compañías, pero no es cierto. La protección que proporcionan las patentes tiene más beneficios aún para las pequeñas empresas que para las grandes multinacionales porque les permite defenderse y negociar en igualdad de condiciones.
Debemos tener en cuenta que:
Como resumen diremos que patentar tiene numerosas ventajas porque ayuda a posicionar la empresa en el mercado y sus derechos permiten luchar contra fraudes y competencia desleal.
La OEPM, Oficina Española de Patentes y Marcas, pone a disposición de los usuarios un buscador de patentes a través de cual es posible acceder de forma gratuita a los documentos de patentes completos.
Si disponemos de una invención novedosa, cuya solución técnica no es obvia y puede fabricarse, podemos patentarla.
Pero primero hay que investigar y analizar las patentes que hay en el mercado relacionadas con este invento. Luego es necesario preparar una memoria descriptiva según el Reglamento de patentes que debe incluir cuatro partes: descripción, figuras, reivindicaciones y resumen.
Para presentar una patente europea, en otro país o a través del PCT será necesario traducir la patente original para así poder ampliar sus derechos de explotación a otros países a los que se quiera exportar o en lo que queramos producir porque protegerán el producto bajo las diversas legislaciones que nos podamos encontrar. En una patente internacional, la traducción de los textos es algo fundamental y cualquier error puede tener graves consecuencias. Una traducción de documentos de patentes cualificada requiere no solo conocimientos lingüísticos sino también específicos del área al cual se refiere la invención. Es importante contar con una agencia de traducción experta que nos ofrezca la exactitud requerida y disponga de lingüistas nativos del país, científicos, ingenieros y expertos legales.
Por último, llega el proceso de tramitación a través de los formularios de solicitud de patente y el pago de las tasas oficiales. Así conseguiremos un derecho otorgado por el Estado para que el inventor pueda explotar en exclusiva su invento durante un tiempo limitado (generalmente, 20 años), por lo que, todas las patentes conceden un monopolio de explotación temporal.
Hay diferentes tipos de patentes. En función de su ámbito territorial podemos diferenciar:
También se clasifican según el objeto:
Descubre más sobre el proceso de patentar un modelo de utilidad, visitando este enlace de La fábrica de inventos.
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